Ante todo debes buscar un buen profesional, que te de garantías y te inspire confianza. Hacer una visita al estudio y comprobar que todo está en regla, higiene, permisos sanitarios y esterilización. Comprobar ''in situ'' que todo el material a emplear está estéril y las agujas son de un sólo uso. a prisa nunca fue buena consejera, tómatelo con calma. Tienes todo el tiempo del mundo para hacerte un tatuaje. Piensa que es para toda la vida y debes estar muy seguro antes de dar ese paso. Recuerda que existe un impreso de consentimiento informado donde deben de explicarte como es todo el proceso del tatuajes y los riesgos que conllevan.
Elegir el diseño.
Antes de hacerte un tatuaje, debes tener muy claro lo que quieres. Elegir bien el diseño y tamaño que quieres para tu tatuaje. Por regla general la mayoría de los estudios de tatuajes, ofrecen a sus clientes una exposición de láminas donde elegir un modelo o bien un diseño personalizado, que hay que pagar claro está. De una forma u otra, tómatelo con calma, piensa que es para toda la vida, asesórate y elige algo que vaya con tu personalidad o signifique algo en tu vida. Poner un tatuaje porque sí, es la mayor chorrada del mundo.
Elegir la zona donde ponerlo.
Elegir el sitio donde poner el tatuaje, es algo que sólo tu debes decidir, y aquí debes pensar primero si quieres mostrarlo o mantenerlo oculto sólo para ti. Elige una zona donde te sientas cómodo con tu tatuaje, una zona donde no haya rozamientos y sea zona de poca sudoración. Lógicamente debes pensar que la forma y tamaño del tatuaje también influye a la hora de elegir donde ponerlo. Cada persona tiene su propia personalidad, y no hay nada escrito sobre gustos, pero volvemos a repetirlo, piénsatelo muy bien antes de tomar esa decisión. Piensa también que hay algunas zonas vetadas en función de sexo. Si eres mujer; piensa en un posible embarazo con riesgo de cesárea, también la zona de colocación de anestesia epidural esta vetada. Hoy por hoy los anestesistas se niegan a poner epidural encima de un tatuaje, igualmente si eres deportista profesional, debes pensar en las lesiones más frecuentes de tu deporte y las posibles intervenciones quirúrgicas que podrías tener.
Conclusión: Elige una zona libre de posible riesgo.